El mercado de la ropa íntima, supongo que como la mayoría de los sectores, cambia a ritmo frenético.
Mi percepción de hace unos meses, de que el mercado está
tremendamente centrifugado sigue siendo válido. El mundo de la distribución da
la sensación que ha convertido a las tiendas multimarca en una especie de
establecimientos residuales, cuya tendencia es tan solo protegerse de los
embites de las campañas de las cadenas de retail o de las marcas de venta por
impulso. Pero no es así.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQPi-JTxrgr9y7N35y5zBVwYWRw0CqXocuSJW0hs9AwbDKQfY7n-iL-jA36z-gFga-5uGW7EQJEtUGTj2H0w7v2MDn36YIEI2RS45e9jZprzjiX0b4xPGKpDb7bbcSFyPxfem-PQ/s1600/HWBoutique1.jpg)
Necesitan mostrarse. Quieren que se las conozca. Les
gustaría que aquella mujer que busca un producto para ella, lo encuentre en su
establecimiento. Que acuda con dudas, acierte con la compra y se fidelice.
Pero para que esto sea posible se ha de hacer algo. El
mercado exige que, mas allá de la ubicación de la tienda, las encuentren en las
“redes”, que puedan identificar las marcas y los productos, que acudan con la
confianza de encontrar lo que buscan y necesitan y que sean tratadas con gran
profesionalidad.
Y cuando están frente a la tienda, quieren tener la
certeza de que entrarán y encontrarán lo que buscan.
Tener un escaparate atractivo, tener el producto a la
vista para que la clienta pueda hacerse una idea de lo que tienen y encontrar
una atención profesional es básico.
Tener un establecimiento atractivo no es exclusivo de las
cadenas de retail o de la venta por impulso (es su única forma de vender). La
toma de decisiones de la usuaria también estará determinada en estos casos (en
los que la atención profesional brilla por su ausencia) por el precio.
Por lo tanto, la capacidad experta de una tienda
multimarca, es lo que la va a distinguir de las demás. Y tener productos, tallas,
copas y personal preparado la convierte en un negocio de éxito.
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