Supongo que habrá quien piense que esto de la talla y la copa es una manera de complicar más a la usuaria sus decisiones de compra.
Cada mujer es distinta y única.
Aparte de la personalidad, sus costumbres, sus actitudes y sus maneras de gustarse, están aquellos rasgos físicos que conforman su yo.
Su altura, sus proporciones, sus rasgos, su morfología…
En el caso del pecho, hay tres cuestiones a tener en cuenta
- Su morfología
- Su talla (medida del surco submamario)
- Su copas (profundidad del busto)
Tener
una morfología en la que el tejido mamario nace debajo de la axila, o tener los
senos en forma de gota, nos indica de forma inmediata que la construcción del
sujetador es determinante en si le va a ir bien o no.
Hay construcciones (patrones) para todos los gustos. Se trata de encontrar el que se acopla mejor a la forma de las mamas.
Luego está la talla. Es la medida que nos indica la longitud de la cinturilla. Esta medida ha de tener la tolerancia de una presión de menos de 900 gramos. Es cuando realmente juega su papel sujetando que la prenda quede encajada en su lugar exacto.
Luego
está la copa. Es la medida (indicada con una letra) que nos permite saber qué
capacidad ha de tener el sujetador, para que cubra todo el seno. Una diferencia
de 14 a 16 centímetros nos determina la copa B. Cada tres centímetros cambia la
copa.
Evidentemente la copa está construida de forma distinta si se trata de un patrón u otro, y queda claro que cuando una talla es una 85 la B tendrá una forma de copa y si es una 100 otra distinta.
- El peto ha de quedar ajustado a la piel a la altura del esternón.
- Los tirantes han de bajar rectos.
- La cinturilla ha de quedar horizontal (sin subirse por la espalda)
- Y ha de sentir el sujetador de modo que se sienta a gusto.
Y
para saber que le sienta bien y se siente a gusto, acuda a una tienda experta y
no tenga prisas. Que la ayuden a escogerlo.
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