2.- Un sujetador bien ajustado se acopla firmemente pero confortablemente en el pecho. Se ajusta perfectamente a la morfología.
3.- Los aros tienen que reposar planos contra la caja torácica y rodear todo el pecho. No han de “volar” sobre el pecho.
4.- El pecho ha de caber dentro de la copa sin que se produzcan pliegues o estiramientos del tejido. El tejido ha de adaptarse como una segunda piel.
5.- Los tirantes no han de molestar ni producir roces ni en los hombros ni en la espalda. Han de ser proporcionados al peso del pecho y han de estar bien regulados. Han de quedar en vertical.
6.- La espaldilla ha de ajustarse en horizontal perfectamente. No ha de subir por la espalda.
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