Lo patentó Mary Phelps Jacobs en febrero de 1914
Francesc Puertas ha escrito El sostén, mitos y leyendas... y manual de uso
Francesc Puertas ha escrito El sostén, mitos y leyendas... y manual de uso
RAQUEL M. ALONSO (RTVE) 12.02.2014
Para
una mujer elegir bien la talla de sujetador no debería ser algo
complicado, sin embargo, siete de cada diez no usan la talla adecuada.
Eso asegura Francesc Puertas, pedagogo y experto en corsetería que acaba de publicar el libro El sostén, mitos y leyendas... y manual de uso, cuando se cumplen 100 años de la patente de esta prenda femenina.
"Hasta principios del siglo XX, generalmnente las mujeres se ataban el pecho para que no las molestara en sus tareas", asegura Puertas, quien continúa explicando que fue la estadounidense Mary Phelps Jacobs la primera en patentar la prenda como sostén. "Tenía que ir a una fiesta, se sentía muy incómoda con el corsé habitual", al que le proporcionaban su rigidez huesos y alambres "y decidió sujetarse el pecho con dos pañuelos de seda y unas cintas".
Y así nació el sujetador entendido como lo concebidos hoy en día. No se trata del primer sujetador de la historia, pero sí el que comenzó a usarse de forma generalizada. Jacobs abrió una tienda para venderlos, en principio como prenda de lujo, así se consideraba, y más tarde le compró la patente la marca Warner Brothers Corset Company y comenzó a comercializarlo de manera más popular.
En sus orígenes todos tenían la misma talla, única, hasta que se empezaron a considerar las medidas del contorno y el volumen de los pechos y se crearon también las diferentes copas.
En su libro, Francesc Puertas cuenta también cómo algo totalmente ajeno a la industria de la lencería impulsó la venta y uso del sostén de Jacobs. El gobierno estadounidense, durante la Guerra Mundial, hizo un llamamiento para que las mujeres donaran sus pesados corsés para poder utilizar el metal y fundirlo para armamento. Así se acumularon 28.000 toneladas de acero que abandonaron el cuerpo femenino para servir a la guerra.
Pero sin duda, es a partir de los años 50 cuando más se extiende y populariza el uso de esta prenda interior femenina, gracias al cine y al diseño de copas en forma de cono que aparecían en la gran pantalla y que rápidamente se pusieron de moda.
Puertas también incide en su texto en la importancia de llevar la talla adecuada de sujetador para evitar rozaduras, dolores de espalda o, incluso, de cabeza. "El sujetador puede causar migrañas", asegura.
http://www.rtve.es/radio/20140212/sujetador-centenaria-prenda-lenceria/877610
Eso asegura Francesc Puertas, pedagogo y experto en corsetería que acaba de publicar el libro El sostén, mitos y leyendas... y manual de uso, cuando se cumplen 100 años de la patente de esta prenda femenina.
"Hasta principios del siglo XX, generalmnente las mujeres se ataban el pecho para que no las molestara en sus tareas", asegura Puertas, quien continúa explicando que fue la estadounidense Mary Phelps Jacobs la primera en patentar la prenda como sostén. "Tenía que ir a una fiesta, se sentía muy incómoda con el corsé habitual", al que le proporcionaban su rigidez huesos y alambres "y decidió sujetarse el pecho con dos pañuelos de seda y unas cintas".
Y así nació el sujetador entendido como lo concebidos hoy en día. No se trata del primer sujetador de la historia, pero sí el que comenzó a usarse de forma generalizada. Jacobs abrió una tienda para venderlos, en principio como prenda de lujo, así se consideraba, y más tarde le compró la patente la marca Warner Brothers Corset Company y comenzó a comercializarlo de manera más popular.
En sus orígenes todos tenían la misma talla, única, hasta que se empezaron a considerar las medidas del contorno y el volumen de los pechos y se crearon también las diferentes copas.
En su libro, Francesc Puertas cuenta también cómo algo totalmente ajeno a la industria de la lencería impulsó la venta y uso del sostén de Jacobs. El gobierno estadounidense, durante la Guerra Mundial, hizo un llamamiento para que las mujeres donaran sus pesados corsés para poder utilizar el metal y fundirlo para armamento. Así se acumularon 28.000 toneladas de acero que abandonaron el cuerpo femenino para servir a la guerra.
Pero sin duda, es a partir de los años 50 cuando más se extiende y populariza el uso de esta prenda interior femenina, gracias al cine y al diseño de copas en forma de cono que aparecían en la gran pantalla y que rápidamente se pusieron de moda.
Puertas también incide en su texto en la importancia de llevar la talla adecuada de sujetador para evitar rozaduras, dolores de espalda o, incluso, de cabeza. "El sujetador puede causar migrañas", asegura.
http://www.rtve.es/radio/20140212/sujetador-centenaria-prenda-lenceria/877610
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