El patronaje, siempre ha sido uno de los elementos
esenciales en la construcción de un sujetador. En el proceso creativo antes de
desarrollar las tallas y las copas, se ha de concebir a partir de una idea, qué imagen se quiere transmitir en el diseño
decorativo de la pieza.
Se ha de pensar en si el tejido será estampado, si
combinará diversos tejidos, si será liso, si llevará una decoración posicionada,
la combinación de colores, las puntillas, los encajes,… todo dependerá del
momento y la moda. Y en este momento creativo, sólo se tiene en cuenta que el
diseño de lo que va a transmitir la pieza, sea lo que se ajuste a la idea
original.
A partir de ese momento, se definen los patrones a los
que queremos transmitir esa imagen. O sea, se concebirán sobre qué formas de
sujetador se va a aplicar ese diseño.
En este momento lo que cobra importancia es cómo le va a
sentar a la usuaria este o aquel patrón. Qué figura va a mostrar con cada construcción.
Las construcciones del patrón persiguen diversos efectos,
uno el visual, otro el funcional. En este caso, estamos tratando las
construcciones teniendo en cuenta qué objetivo y qué función persiguen.
Las más habituales son,
Costura trasversal basculada. Esta costura en la copa,
persigue centrar el pecho. Si es con tirante central, levanta el pecho y lo
centra, con lo que puede sugerir un escote. Si es balconet, o sea, los tirantes
se desplazan a los costados de la copa, realiza el mismo efecto, aunque el
escote es más pronunciado.
La costura trasversal horizontal, o la vertical,
normalmente se construyen con tirante central. La intención es impedir que se
proyecte hacia adelante. El final de la figura lo determina la costura. Lo más
interesante es que el efecto reductor es inmediato, ya que la figura no
potencia el pecho, sino que lo esconde.
El Push-Up. Como su nombre indica es una pieza cuyo
objetivo es levantar el pecho para potenciar su proyección. Puede estar construido
de muchas formas distintas: con espuma, con construcciones atrevidas de escote
profundo, con costuras “a la francesa” que permiten reconducir la morfología
del pecho creando el efecto corsé...
Copas preformadas de tejido. Este tipo de copas son sin
costuras y el tejido está “deformado” con la profundidad adecuada. En este
caso, la morfología se muestra como es. Simplemente actúa como una segunda
piel.
Copas preformadas de espuma. Este tipo de copas,
determinan el aspecto redondeado de los senos, y son habituales en casi todos
los armarios. Es una pieza que permite esconder la forma del pecho y mostrarlo
muy redondeado y atractivo. Con este tipo de construcción, se puede construir
como balconet, con tirante central, push up y lo que se precise, ya que el
preformado de la copa también está realizado teniendo en cuenta las distintas
profundidades de pecho.
Tops y construcciones de punto. Son construcciones cuyo
único objetivo es su confort. Costuras al mínimo (normalmente sólo en los
tirantes). No realzan ni efectúan ningún efecto en la figura.
Construcciones para deporte. Este tipo de piezas, están
fabricadas con objetivos concretos, para controlar la movilidad del pecho de
forma libre. Cuando el tipo de deporte provoca un movimiento agresivo con el
pecho, la construcción comprime mas su movimiento (tenis, correr, etc.). Cuando
el movimiento es menos agresivo (bicicleta, etc.…) el sujetador está preparado
para comprimir pero de forma menos fuerte.
Hay otras construcciones, pero básicamente me voy a
referir a estas. Se ha de pensar en que cada morfología, se le adapta mejor un
tipo u otro de patrón, y que es importante dejarse aconsejar por
establecimientos expertos.
También es importante saber, que el primer sujetador,
cuyo efecto era el de “descubrir” el pecho de la mujer, y marcó tendencias, fue
un ingeniero aeronáutico que trabajaba con Howard Hughes, quien le pidió una
pieza que realzara el busto de Jane Russell.
El cine y sus actores y actrices, siempre han creado
tendencias.
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