Artículo Revista CyL Moda Intima nº 201
Las nuevas formas de comprar de las usuarias,
obligan a afrontar el reto de transformar los establecimientos y adaptarlos a
los nuevos hábitos.
Estos comportamientos de la consumidora, se
pueden clasificar en cuatro de muy evidentes:
Teenagers.- Hace fotos de lo que les gusta,
buscan por internet, reconocen modelos y productos que les llaman la atención y
buscan precios que se puedan permitir. La consecuencia es que se agrupan y
salen de compras todas juntas en “manada”.
25 años en adelante.- Buscan productos
concretos, se informan online, buscan los estilos que mas les gustan y se hacen
una idea de lo que deben buscar. El paso siguiente es buscarlos haciendo
shopping. Va a depender de sus necesidades específicas o de los filtros que
decidan (precio, talla-copa, estilo, uso, tendencias…) que buscaran un perfil
de establecimiento u otro.
Edad madura.- Buscan las tiendas de siempre y
van a la caza del producto que ya han comprado y saben que les sienta bien,
aunque no estén convencidas de llevar la talla correcta. Muchas mujeres
manifiestan que si les va cómodo no les sujeta, que es lo mismo que decir que
llevan una talla (o una copa) incorrecta.
Sin edad concreta.- Compra online. Buscan por
internet, no tienen excesivos problemas para encontrar prendas que les sienten
bien y que conocen a qué se arriesgan comprando online.
Ciertamente la evolución de los métodos y
formas de compra, ha centrifugado de forma evidente el mercado y las formas de
venta.
Por tanto clasificaremos los métodos de venta
de los establecimientos en tres
-
Compra por impulso
-
Compra online
-
Compra asistida
En estos tres tipos de venta, la venta por impulso, es aquella que
sin demasiadas complicaciones, pero con una gran potencia y comunicación
visual, es capaz de atraer a la compradora. Esta atracción no sólo está en que
el establecimiento nos seduzca, sino que además hay precios irresistibles.
Nunca nos hacemos ninguna pregunta. Nos gusta, miramos el precio y lo
adquirimos.
En este tipo de venta también sitúo los
mercadillos y las outlets, fórmulas para "colocar" productos a precio
de derribo, que en el primer caso no tienen etiqueta y en el segundo puede que si.
Y que en los dos casos son prendas de restos de stock o muestrarios obsoletos,
que se venden a precios ridículos.
En el segundo caso he puesto la venta online. Un tipo de venta que
cada vez es mas habitual, pero que sigo defendiendo que sin haber probado el
producto (y mas un sujetador), hay una gran probabilidad de equivocarse. Salvo
que se trate de una tienda que físicamente puedes probar el producto y que las
siguientes compras puedas realizarlas de forma virtual.
No hay duda que cada cierto tiempo, debemos
acudir a la tienda para volver a medirnos y ajustar de nuevo la talla y la
copa. Los tejidos se deterioran y con la edad tenemos una evolución morfológica
que no debemos obviar.
En estos dos primeros casos, quien tiene menos
dificultades para encontrar un sujetador que se abroche sin problemas, son
todas aquellas morfologías que podríamos denominar estandar. Todas aquellas
morfologías cuyos volúmenes les permiten ponerse tallas entre la 85 y la 100 y
copas sin riesgos como la B (sean o no su talla y su copa correctas), acaban
provocando decepciones y molestias.
En este punto hemos de recordar que está
demostrado que 7 de cada 10 mujeres no usan la talla y la copa correctas, y que
la mitad de las consultas por dolores mamarios se evitarían usando el sujetador
adecuado.
Y la tercera es la venta asistida… las
lencerías expertas. Aquellas que disponen de tallas, copas y modelos para
satisfacer y solucionar cualquier necesidad. Acostumbran a ser multimarca,
aunque hay cadenas de tiendas extraordinariamente preparadas para dar una buena
asistencia a la usuaria.
Y en este caso las hay que están evolucionando,
aprendiendo nuevas técnicas de prescripción y brafitting, explorando el
mercado, sirviéndose de las redes sociales para llegar a la usuaria.
El mercado y los sistemas para llegar a la
consumidora también evolucionan a pasos agigantados. Ahí es donde aparecen las
plataformas como Sayfit, donde un grupo de expertos aconseja que se acuda a las
lencerías preparadas. Plataforma que también dispone de una APP gratuita para
el móvil.
Efectivamente el mundo evoluciona y los hábitos
y formas de comprar y vender también. Las lencerías no tienen un futuro
incierto, tan solo deben adaptarse a las nuevas exigencias de las usuarias.
Por tanto, las lencerías deben prepararse
especializándose en el consejo de un fitting correcto. Preparando a las prescriptoras
en las técnicas que les permitan relacionar cada morfología con productos que
ya están en el mercado, siendo conocedoras de las construcciones de las marcas
y las necesidades de uso de las consumidoras.
Francesc Puertas
@FrancescPuertas
@Sayfit
www.sayfit.eu
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