martes, 2 de septiembre de 2014

La compra de un sujetador, saber lo que necesitamos y lo que adquirimos.

Con relleno o sin relleno. Con aro o sin él. Sostén o sujetador. De encaje o liso. De capacidad o sólo el triangulito. Un top o una prenda estructurada. Con tirantes o sin tirantes. Que proyecte o esconda. Sabiendo la talla y la copa, o salir a probar y ya me vale. Buscando una prenda cómoda o, como siempre he ido incómoda da lo mismo. Que no se vea o con encajes y colorines...

En la compra de un sujetador, siempre intervienen un sinfin de preguntas que repasamos de forma instintiva.

No son decisiones sin fundamento. Es curioso, porque a primera vista hay alguna de las preguntas que puede que no nos la hagamos. Es la relativa a la de la comodidad y a la de la talla y la copa.

Y precisamente a esas dos preguntas deberíamos dedicarle nuestro tiempo.

Las demás son puntuales, de ocasión. Va a depender de cómo te quieras ver o cómo vayas a vestir. Puede que la respuesta del mediodía no sea la misma que la de la noche. O que dependerá de si vamos a trabajar o practicamos deporte.

Pero esas dos preguntas especiales, condicionan lo demás.

El sujetador que necesitamos, ha de sentar cómodo. No debería doler. Ha de ser una prenda confortable que se adapte a nuestra morfología y que contenga toda l profundidad del busto. Que los tirantes bajen rectos, sin apretar. Que la espaldilla no se suba por la espalda.

Es imprescindible tomar conciencia de que necesitamos saber la talla y la copa y descubrir aquellas construcciones que nos sientan mejor.

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