Un sujetador consta de innumerables piezas, estudiadas para conseguir el mejor resultado.
En muchas ocasiones son tejidos, elementos o técnicas de confección que resulta difícil saber a primera vista cuáles son, aunque su aporte en el resultado final del producto son indudables.
Para citar ejemplos: la durabilidad, el confort, el tacto, la eliminación de riesgos,…
Su diseño es complejo y es fruto de mucha investigación.
En este caso es importante hablar de los tejidos. En muchas ocasiones, cuando citamos los tejidos naturales, inmediatamente se nos viene a la cabeza el algodón. El algodón no es la única fibra natural que hay en el mercado y en cualquier caso, en el proceso de “acabado”, también intervienen productos químicos. Es necesario saber si el producto final es hipoalergénico, aunque no hay duda que si el origen es esta materia prima, siempre tendrá un gran nivel de acierto en este asunto.
Sólo tiene dos inconvenientes: el resultado en un tejido de algodón 100 es que es rígido. Por lo tanto, para confeccionar una pieza tridimensional como un sostén, será necesario realizarlo con costuras. Y no expulsa la humedad en la transpiración.
En el caso de una persona con problemas de alergias, evidentemente este producto no tiene gran riesgo, pero en una mujer con problemas de transpiración o que tiene la piel afectada por algún tratamiento, el roce de las costuras o la humedad del tejido, va a ser un problema.
Por ello, empresas como ANITA, han realizado múltiples estudios fruto de su preocupación por la funcionalidad de sus productos, y en algunos de ellos ya están aplicando este tejido innovador.
El tejido Micro Modal es increíblemente suave y ligero. Su origen es la celulosa derivada de la madera de haya.
Realmente se trata de una fibra natural que es un 50% mas transpirable que el algodón y se mantiene suave y sedosa incluso después de numerosos lavados a máquina.
Es excepcionalmente ligero y transpirable y por tanto muy necesario en la construcción de sujetadores deportivos o de confort para mujeres afectadas por problemas derivados de la sudoración.
Esta innovación, ya se está aplicando por parte de algunas marcas (p.e. ANITA), quienes están usando este tejido en prendas en la que se requieren fibras hipoalergénicas, como por ejemplo en tratamientos de radioterapia, en las que es necesario que la prenda disponga de cierto nivel de elasticidad y se eviten las costuras en contacto con la piel.
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