jueves, 24 de mayo de 2007

EXCELSIOR - MEXICO


24/05/2007
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Dar con la prenda ideal no es sólo cuestión de estética sino de salud.
Siete de cada diez mujeres no utilizan la talla adecuada de sostén, una situación que puede suponer el desarrollo de diferentes patologías mamarias y que ocasiona de 20 a 30% de las consultas médicas por dolor de senos.
Algo tan cotidiano para la mujer como es el uso del brassier puede, en ocasiones, acarrear más problemas de los que se supone, desde dolores en las mamas, hasta endurecimiento del pecho o marcas en la piel. Todo ello por utilizar una ropa interior poco o nada adecuada al cuerpo.
Muchas de estas dolencias se deben a que un gran número de mujeres buscan modificar de forma artificial, y mediante el uso del sostén, la apariencia de su pecho.
La falta de información y el desconocimiento son los principales problemas. Algunos de los fallos más frecuentes a la hora de comprar este tipo de prenda, principalmente por motivos de carácter estético, son la elección de un brassier que oprima demasiado el pecho, una copa poco a decuada, o desconocer cuál es la utilidad real de éste, así como del aro o varilla.
Según el doctor Miguel Prats, especialista en senología e integrante de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, "son frecuentes los dolores y los endurecimientos del pecho de carácter benigno debido a las varillas del sostén que llevan 90% de las mujeres, porque están de moda, aunque este soporte no tiene ningún papel específico desde el punto de vista anatómico".
Los aros o varillas son un soporte estructural que permite reducir la cantidad de tela en la parte interna del escote, haciendo posible pues lucir un escote más generoso. Los problemas vienen cuando no se adapta a la forma del seno y se clava, pues puede producir heridas y lesiones en la piel, e incluso endurecimientos del tejido mamario que pueden originar bultos duros, benignos pero que "asustan" a las mujeres. Sin embargo, la Sociedad de Senología asegura que "en todo caso, el riesgo de cáncer de mama no se modifica por el tipo de sujetador utilizado".
Según estudios de esta sociedad, los brassieres que suben en exceso el pecho para realzarlo causan molestias después de llevarlos puestos por más de dos horas, porque cambian la posición de los vasos sanguíneos de la mama y los forzan, distorsionando su recorrido.
La comodidad debería ser el requisito indispensable para escoger un sostén: no debe ser molesto, ni los tirantes y el resto de la estructura deben lastimar la zona donde se coloca, y menos ejercer demasiada presión sobre los senos.
Carlos Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Senología y Patologías Mamarias, aseguró que, pese a las extrañas y nuevas formas que presentan los nuevos modelos, ningún brassier tiene efectos negativos directos en la salud de la mujer. "Los sostenes no originan ni patologías malignas ni benignas", recalcó.
Sin embargo, Vázquez, quien también es miembro del Instituto Valenciano de Oncología, agregó que sí pueden agravar el dolor de espalda u otro tipo de malestares que ya se padecían con anterioridad.
En una ponencia dictada en octubre de 2006 por Francesc Puertas, responsable de la empresa Belcor Pharma, en el XXV Congreso de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, indicó que hasta un 80% de las mujeres españolas padece algún tipo de patología mamaria a lo largo de su vida por llevar un brassier que no se adapta a las características de sus senos. Además, una reciente encuesta llevada a cabo por el Departamento de Administración y Marketing de la Universidad de Sevilla señaló que 95% de las féminas entrevistadas quieren tener más información que les permita adquirir el sostén más adecuado a sus necesidades.
El estudio de Belcor Pharma, que se presentó en el citado congreso, identificó 24 formas de los senos, entre los que destacan los de base ancha, en forma de gota, puntiagudo, centrado, separado, razón que ha llevado a las grandes firmas de lencería a crear prendas "personalizadas", que deberían ser como las recomendadas por los especialistas en patologías mamarias. EFE / Con información de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, Vanity Fair Corporation



Un poco de historia
En los años 70, el brassier se transformó de ser un arma de seducción a un elemento de sumisión según el movimiento feminista.
La quema de esta prenda en diversas ciudades del mundo provocó una caída de las empresas textileras; sin embargo, Ida Rosenthal, una inmigrante judía rusa que con ayuda de su marido fundó en Nueva York la empresa Maidenform en 1920, creó las diferentes tallas de sostenes, tratando de realzar la figura de la mujer según su edad. Cuando se le preguntó acerca de la desaparición del brassier, la empresaria dijo, "vivimos en democracia, así que toda persona tiene derecho a vestirse o desvestirse. "A partir de los 35 años, la mujer no tiene figura para prescindir del sujetador. El tiempo corre a mi favor".
Mary Phelps Jacob, inventora de utensilio, era una joven cansada de utilizar el apretado corsé y que decidió presentarse en una fiesta de la alta sociedad neoyorkina con dos pañuelos, una cinta y un cordel ajustados a su cuerpo, lo que realzó su figura, destacándola de las otras invitadas.
La pieza fue patentada en 1914. Sin embargo, su uso se generalizó hasta finales de los años 40.
La primeras prendas constaban de incomodos aros de acero que poco a poco fueron desplazados por los elásticos, con telas como la seda y el nylon.
Elegir sin equivocarseLos expertos en senología proponen que los sostenes se vendan con instrucciones de uso para fomentar el cuidado de las mamas, por lo que dan algunos consejos básicos para que la mujer sepa lo que compra, si es adecuado para su anatomía y necesidades y cómo utilizarlo.
-Conozca con exactitud cuál es la talla y copa más adecuada a sus pechos. -Antes de comprar calcule bien la medida que tiene debajo del pecho y la medida del contorno, consultando al ginecólogo o a un especialista en lencería, si no sabe cómo hacerlo. -Elija siempre en base a la comodidad, en lugar de un diseño bonito que no siempre es saludable.-Evite manipular la estructura del brassier o dormir si tienen varilla. Tampoco utilice una prenda más vieja para hacer gimnasia, porque para el ejercicio se requiere una sujeción firme. -Utilice para el día a día un sostén que levante sin oprimir, cómodo y que no se clave, condiciones que cumplen los más anodinos sin varillas. -Pruébese la prenda, aunque conozca el contorno y la copa, ya que los diferentes modelos pueden hacer variar la talla. -Opte por una prenda que coloque el pecho en su sitio natural, y que no junte los senos o los suba demasiado. -Los tirantes de hombros y espalda deben ser movibles y no causar molestias, pues el pecho puede variar de tamaño debido a los ciclos hormonales.-Para los sujetadores de diario es preferible elegir tejidos suaves y lisos que no irriten la piel como suele suceder con los encajes.

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