sábado, 2 de junio de 2007

Hoy Domingo (Quito-Ecuador)


Cuando la personalidad es el sostén de la mujer

El sujetador, la prenda icono de la feminidad, es mucho más que una prenda de vestir. Una mala elección en la compra puede provocar el desarrollo de patologías mamariasDeportivos, preformados, push-up, en pinza, reductores, elásticos, de algodón...
Los hay de todos tipos y para todas y cada una de las mujeres. Desde el más antiguo, diseñado en alguna corsetería de París a finales del siglo XIX, hasta el primer sostén de verdad, el que patentó Mary Phelps, en 1913. El sostén ha ido evolucionando conforme a las modas, pero también se ha adaptado a las necesidades de las portadoras. Pero una cosa es la moda y otra la utilidad.

El sostén es más que una simple prenda de vestir. El tamaño y la talla son dos elementos que deben contemplarse con esmero a la hora de comprarse uno. Sin embargo, según un estudio hecho por Belcor Pharma junto a médicos especialistas en senología, se cree que el 94% de las mujeres desconocen cuál es su talla de sujetador, y siete de cada diez no utilizan la talla que les corresponde.

La importancia de escoger bien la talla

En primer lugar, hay que diferenciar la talla de la copa. Si al contorno toráxico de cada mujer (el perímetro de las costillas), le sumamos quince, tenemos la talla. En cambio, la copa es la profundidad del pecho y se denomina con letras (A, B, C o D).

Elegir una talla o una copa inadecuadas por motivos estéticos puede jugar en contra de la finalidad del sostén y, a la larga, provocar dolencias al pecho.

Un sostén para cada tipo de pecho

Las piezas clave para un buen sujetador son los tirantes, que no tienen que bajar rectos; el aro, que no debe pisar al pecho ni dejar un hueco entre el anillo y el seno. Pero, ¡atención con los aros! Solo pueden usarlos las mujeres con los pechos en copa: de arriba más delgados que debajo porque reparten el peso. Por último, el dorso debe ser siempre plano y los corchetes tienen que poderse ajustar al tamaño de la espalda. En cuanto a los cortes, hay distintas variedades. Los de pinza, por ejemplo, no suelen gustar a las chicas jóvenes porque termina en punta en el pezón. Para evitar que el pecho salga hacia adelante, existe el sostén reductor. El transversal, para mujeres que quieren empequeñecer su pecho. Pero si quieres un pecho a lo Sophia Loren, tendrás que comprarlos en forma de T, que centran el pecho y lo echan hacia delante. El push-up, más conocido como wonderbra, sube el pecho y abre un canalillo. En cambio, los preformados, que son los más novedosos, destacan porque te dejan el pecho tal y como lo tienes, por lo que es ideal en época premenstrual, cuando el pecho aumenta su volumen. Por último, los deportivos, para las chicas más en forma que no quieren que el pecho les salte al correr son ideales. Pocos son los sostenes hechos 100% de algodón. Las mujeres que padecen alergia tienen que utilizarlos si quieren evitar picores y rojeces en la piel. Para las mujeres embarazadas, existen los sujetadores sin aro, que no aprietan el pecho. Y lo mejor de lo mejor: los sostenes con construcción interior de tejido de toalla, para quitar la humedad de la que sufren ciertas mujeres a las que se les irrita la piel debajo el pecho. Se tiene que tener en cuenta que el sostén es una pieza de confort por lo que no te equivoques al hacer la elección ya que puede influenciar en tu salud de forma negativa. EFE.

Hasta un 80% de las mujeres padecen algún tipo de patología mamaria a lo largo de su vida por llevar un sujetador que no se adapta a las características de su seno.

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