Nadie hubiera imaginado que una pieza interior como el
sostén daría tanto juego para escribir un libro en pleno siglo XXI. A partir de
los años 50, cuando las actrices americanas lo lucían en las películas, se
empezó a hacer popular y en nuestros tiempos se ha convertido indiscutiblemente
en una pieza clave de la seducción femenina. Francesc Puertas, un especialista
en corsetería, ha elaborado una guía didáctica sobre el uso correcto de esta
prenda, donde desvela que la mayoría de las mujeres llevan una talla errónea de
sujetador.
-En el libro califica al sostén como una pieza cotidiana
pero también desconocida. ¿Por qué?
-El desconocimiento viene por el sistema que se ha
utilizado para vender el producto. La venta del sostén siempre ha sido por
impulso, donde está por delante las emociones. Cuando una mujer va de compras,
adquiere el sostén que le gusta por la forma o el color. Los propios vendedores
lo saben y han organizado las tiendas para seducir a las compradoras.
-Por tanto, incitan a las mujeres para que lo compren…
-Sí. Yo prefiero llamarle venta por impulso, ya que en la
compra de este producto no interviene ningún profesional, sino más bien el
precio económico de la prenda.
-¿Cuál ha sido la función del sujetador a lo largo de la
historia?
-En sus orígenes, ha existido un sostén que sujetaba el
pecho para que no se moviera, pero estéticamente no era lo más relevante de la
figura femenina. Desde la época de los romanos, que utilizaban una banda que se
cruzaba en el pecho, este ha estado protegido. Lo que dio sentido a la estética
fue cuando, desde 1550, Catalina de Medicis decidió instaurar el uso del corsé
para mantener una cintura estrecha, hecho que determinó la belleza femenina.
Pero cuando esta prenda cogió realmente la batuta del estilo de la mujer fue
desde que lo lucieron las actrices de Hollywood en los años 50.
-Y empezó a hacerse más popular gracias a las películas…
-Su popularización fue absoluta, hasta el punto que
nacieron las principales marcas de sostenes que hoy conocemos.
-¿Cómo ha ido avanzando la popularidad hasta el día de
hoy?
-En los últimos 60 años, el sostén ha evolucionado de
forma extraordinaria. En sus orígenes, esta prenda era una pieza que modelaba
el cuerpo, pero que se escondía, ya que en esa época tenía más importancia la
ropa exterior. A partir de cierto momento, el sostén ha pasado a tener una
función seductora y ahora la ropa interior femenina se enseña gracias, por
ejemplo, a las transparencias de una camiseta. Y eso es porque la evolución de
la prenda ha ido hacia unos cánones de seducción y moda.
-¿Pieza seductora, pero también erótica?
-Sin duda; ahora la prenda es de uso cotidiano y para
diferentes ocasiones. Hay sostenes para ser seductoras, para levantar el pecho,
para esconderlo, para practicar deporte o incluso para dormir. Además, la
decoración de la prenda es toda una revolución y hasta se han llegado a hacer
sostenes con brillantes. Desde mediados del siglo XX hasta hoy el sujetador se
ha convertido en una pieza de uso imprescindible para múltiples ocasiones.
-¿Pero las mujeres suelen tener un sostén para cada
ocasión?
-Hay mujeres que usan un sostén para trabajar, otro para
practicar deporte y otro para salir de fiesta. Podríamos decir que hay tantos
tipos de sostenes como vestidos pueda tener una mujer en el armario. Es una
prenda que no es extraño ver en los armarios.
-Sorprende que muchas mujeres utilicen una talla errónea
de esta prenda íntima…
-Sí, ahí está la gran historia. La justificación del
libro viene en el momento en que hicimos un estudio, que nos proporcionó tres
datos que nos pusieron los pelos de punta. El primero es que la mitad de los
dolores mamarios se podían solucionar utilizando una talla y una copa
correctas. También nos desveló que 7 de cada 10 mujeres utilizaba una talla
incorrecta y que 9 de cada 10 no tenía ni idea de que talla de copa necesitaba.
-¿Las tiendas de corsetería especializadas han ayudado a
resolver este problema?
-Los grandes almacenes y las tiendas especializadas
tienen prendas por tallas, ya están hechas y por eso tienen un precio más bien
económico. Cada vez es más difícil encontrar una mercería convertida en tienda
de venta de sostenes que te lo hagan a medida. Pero efectivamente, muchas
tiendas expertas toman las medidas y muchas mujeres descubren en ese momento
que toda la vida han llevado puesto un sostén que no se adecuaba a su talla. El
problema es que es muy difícil que las tiendas tengan en sus almacenes todas
las tallas y las copas de sostenes que existen en el mercado.
-Qué difícil es comprar un sostén, entonces…
-Por supuesto. Hay muchas mujeres que una tarde se van de
compras y adquieren un sostén por impulso. Esta compra debería ser racional y la
mujer debería llevar apuntada en una tarjeta su talla, y así no equivocarse.
Siempre me gusta recordar que hay que buscar, aunque les sea difícil, la talla
y copa correctas para evitar problemas.
-¿La mujer es exigente a la hora de comprar esta pieza interior?
-Sí, por supuesto. Me he dado cuenta que cada vez la
mujer tiene más decidido como quiere mostrarse estéticamente. Por ejemplo, hay
muchas mujeres que tienen claro que quieren esconder su pecho. Pero también es
cierto que hay mujeres que utilizan un sostén para tener escote.
-¿El llamado efecto reductor se consigue con una talla
más pequeña de lo necesario?
-Es un mito tremendo, porque hay muchas mujeres que
llevan un sostén más pequeño de lo que les toca. Las propias costuras de la
copa o del aro pueden llegarles a pisarles el pecho o hacerles un doble pecho.
El uso continuado de un sostén de ese tipo acostumbra a provocar marcas y
durezas en la piel, y dolores.
-Algunas personas creen que detrás de un cáncer de mama
puede estar un mal uso del sostén…
-El sostén no produce cáncer de mama, una talla errónea
produce patologías como cortes de la micro circulación pero en ningún caso un
cáncer. Para evitar esas patologías, la mujer no puede llevar una talla de
sostén menor a la que debería llevar porque lo está maltratando.
-¿Cuál es el futuro del sostén?
-Creo que el sostén seguirá siendo una pieza
imprescindible en la vestimenta de la mujer y es algo que tiene un largo
recorrido. Es una prenda que, desde el punto de vista de la salud, impide que
el pecho se mueva solo y se produzcan daños en la piel. El sostén va a seguir
evolucionando y van a nacer nuevos diseños, que van a procurar que la mujer
luzca bien.
1 comentario:
Original entrevista, nunca esta de mas saber ciertas cosas sobre los sujetadores y las tendencias de las mujeres
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