Detrás de la moda de colocarse siliconas para aumentar el busto están las mujeres que padecen por tener senos voluptuosos naturales. De ellas poco se habla, en parte, porque muchas prefieren silenciar su pesadilla de vivir con esa carga pesada en el pecho. Se las arreglan para esconder sus tetas, aplastarlas, reducirlas con cirugía. Otras se vuelven activistas para que las tiendas también vendan sostenes talla grande. Este reportaje, publicado en la revista C del diario Crítica de Argentina, devela cómo se vive la cotidianidad –y se sobrevive- en ese planeta de grandes tetas. · POR
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