domingo, 19 de abril de 2009

xXxAbraxasxXx AN ECHOE OF A DISTANT TIME

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Feliz centenario, sujetatetas.

Hoy, después de un largo intercambio de opiniones decidimos buscar alguna de cierto peso científico, y esto fue lo que encontramos: "El sujetador es una obra de ingeniería”, asegura Francesc Puertas, responsable de BelcorPharma. Esta afirmación la suscribe la ciencia.

Por otra parte, la investigación de la Dra. Joanna Scurr, de la Universidad de Portsmouth, Inglaterra, descubrió que un pecho que no está adecuadamente sujeto durante el ejercicio se desplaza unos 9 centímetros por cada paso. Esto hace que en una distancia de 1.600 m. los senos reboten 135 m. Un buen sujetador reduce esta cifra un 74%.

Resulta que el mismo programa informático que diseña motores de aeronaves se usa para idear sujetadores. Expertos biomecánicos se dedican a moldear la prenda perfecta, científicos de Inglaterra inventan uno que detecta el cáncer, otro que llama a la policía y un tercero que mide el ritmo cardíaco. Los australianos elaboran uno con tejido inteligente que se ajusta o distiende según la actividad de su portadora. Entonces, si tanto avance hay en esta área, ¿porqué el 90% de las mujeres desconoce su talla de sostén y solo el 27 por ciento usa el tamaño adecuado, como afirma Puertas? A la hora de diseñar esta prenda, los expertos están como Adán en el Día de la Madre: perdidos. Por más banal que suene, para un sujetador es imprescindible un sujetado: un pecho. Y los senos constituyen un enigma. Los biólogos evolucionistas aún no entienden por qué mientras en otros primates se desarrollan sólo en la lactancia, en los humanos no, lo que crea un catálogo infinito de tamaños,turgencias y posiciones tan variados como la identidad de sus portadoras. Por su lado, los médicos, han revelado el contenido: grasa (que determina el tamaño y la forma), glándula mamaria (que permanece casi inalterable a lo largo de la vida) y, finalmente, los ligamentos de Cooper… que no sé para qué sirven.

En resumen: los científicos no entienden del todo ni por qué se desarrollan sólo en nuestra especie, ni la función de una de sus principales partes. Esto es un obstáculo para el sujetador. Por eso, los biomecánicos se dedican a estudiar el patrón del movimiento de los senos. Al menos, hasta que lleguen las respuestas a esos enigmas (de los más curiosos que conozco).

Por su parte, la Dra. Joanna Scurr, investigadora de la Universidadde Portsmouth en Inglaterra, también confirmó, al hablar con Quo de su última investigación, que “los pechos tienen la propiedad de la inercia, que obviamente se incrementa con el tamaño, la densidad y la masa del busto. Así, según nuestros estudios, al moverse traza una figura tridimensional. Básicamente, hace un ocho moviéndose de arriba hacia abajo, de dentro hacia fuera y de lado a lado”. Por lo tanto, cuanto mayor es el pecho y más su movimiento, mayor es el momento (masa del cuerpo por velocidad) que genera. Para cambiar o detener dicho momento se requiere una gran fuerza, que generalmente surge de las tiras del sujetador. Estos conocimientos permitieron al equipo australiano idear un ejemplar capaz de detectar los movimientos más habituales, que se ajusta o cede para responder, y que se sirve así del principio físico de acción y reacción presente en la naturaleza. La prenda, conocida como Smart Bra, utiliza sensores y telas poliméricas para medir la tensión y el estrés. Por ahora, el gran desafío de los investigadores es lograr un equilibrio en la respuesta de la tela. “No queremos crear un sujetador que reaccione exageradamente, que impida la respiración. Debería ser un cambio gradual, no uno instantáneo”, asegura la investigadora Kelly Ann Bowles. Pero este no es el único sujetador inteligente. Aparte del modelo de aloe vera, otro con un gel que se puede calentar en el microondas y el ecológico (que se transforma en bolsa de la compra), los científicos se toman este asunto muy a pecho.

Investigadores de la Universidad De Monfort, en Londres, han ideado uno que detecta el cáncer de mama, como se mencionó anteriormente. Funciona emitiendo pequeñas corrientes eléctricas que pasan a través del pecho. Debido a la diferencia de densidad entre un pecho sano y uno con tumor, la corriente no los atraviesa del mismo modo; el sujetador percibe esa diferencia y da la alerta, lo que ahorra dinero en mamografías y tiempo de tratamiento, al detectar tumores en los primeros estadios. Otros, pese a ser prácticos, son más sorprendentes. Kursty Groves, del Royal College of Art, en Inglaterra, ha diseñado uno que en caso de emergencia “llama”a la policía. Este adminículo funciona del siguiente modo: en su interior hay un monitor de frecuencia cardíaca, un GPS y un teléfono inalámbrico. En caso de un cambio súbito del ritmo cardíaco (lo que indica miedo, al contrario de un cambio paulatino, que señala esfuerzo físico), el teléfono llama y señala la ubicación de la persona. Tan complicado es el diseño de sujetadores que algunos científicos espaciales han unido conocimientos para elaborar uno que contemple la acción de la gravedad a la hora de ponérselo. La tecnología utilizada por investigadores de la Universidad de Loughborough, Inglaterra, es la misma que sirve para estudiar la carga en motores de naves espaciales. Los datos son recogidos por medio de un láser que rebota en el objeto (en este caso, unos pechos) y va hacia la lente de una cámara, que forma con miles de puntos la imagen en 3D. Después, mide los movimientos de cada punto y calcula la fuerza y el estrés al que están sometidos los pechos debido a la gravedad. Los resultados de esta investigación aún se están evaluando.


Esto es un invento español
Mientras, en España, dos especialistas han creado sendos sujetadores. La Dra.Elisa Fernández, anatomopatóloga del Hospital Universitario de Tenerife, ideó uno nocturno (
www.nightbra.com) que no tiene copas. Su propósito es evitar las arrugas en la zona supramamaria, encima de los senos; y esto lo consigue quitandola presión sobre ellos y desplazándola hacia los hombros. El otro invento es Way Milk (www.waymilk.com), un sujetador para madres que están dando el pecho. Cuenta con dos bandas elásticas cruzadas y dos refuerzos laterales que permiten una presión adecuada donde se acumula la leche. Evitan la mastitis, las estrías y la caída del pecho, y mejora la lactancia. De nuevo una fuerza física, la presión, nos facilita la vida. Este año se cumple un siglo desde que Mary Phelps Jacobson ideó el primer sujetador. Desde entonces hemos llegadoa la Luna (¿?), se ha roto la barrera del sonido… Pero aún no hemos descubierto el secreto de esta prenda. ¿Será necesario otro siglo más para lograrlo?


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