martes, 10 de enero de 2012

No se puede confundir un sostén con una prenda para ir cómoda por casa. Son prendas con funciones distintas.

Decidir que un sujetador sirve para todo, es llegar a conclusiones erróneas sobre el uso adecuado de esta prenda de vestir.

Un sostén no tan sólo “sostiene” y ya está. No se pueden utilizar estudios basados en su uso correcto, para promocionar una prenda que puede que sirva para dormir y para ir confortable por casa. Es una publicidad engañosa, pensar que a las mujeres no les importa su aspecto físico.

Y hablar de sujetadores de patrones complejos, en los que hay tallas y copas, no es hablar de sujetadores  que dejan marcas en la piel, que no tienen la forma correcta para la morfología de la usuaria, que son incómodos, que se mueven, etcétera, etcétera. Eso es utilizar muy mal la información.

Los patrones del sostén ayudan a sostener y a modelar el cuerpo (push-up, balconet, costuras trasversales, basculadas, en forma de T, reductores,…), o bien para aplicaciones funcionales (deporte, embarazo, lactancia, para dormir,…)

Cuando un sujetador es incómodo, duele, deja marcas o lo que sea, con casi toda seguridad quiere decir que no lleva el sostén adecuado para su morfología y que probablemente tampoco esté usando la talla y la copa que le corresponde.

Un sujetador que tan solo comprime la forma del pecho, ha de usarse en momentos en los que buscas el confort en casa, o que lo necesitas para dormir, porque no lleva nada rígido que deje marcas.

De todos modos no confundir esta prenda anunciada en “teletiendas” con un sujetador deportivo, ya que los que están preparados al efecto, incorporan trenzados y construcciones preparadas para que el pecho no se mueva de forma violenta y acabe rompiendo los “ligamentos de Cooper”, que son los que sostienen de forma natural el pecho.

Déjese aconsejar por profesionales. Acuda a su tienda especialista. 

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