Los cambios en los hábitos de consumo, han llevado la venta de corsetería a escenarios donde lo más importante es provocar la venta por impulso. No tan solo las tiendas han evolucionado para escenificar escaparates y exposiciones de sujetadores atractivas, que provocan que la usuaria entre en el establecimiento.
Atravesar el umbral de la tienda es la consecuencia de planteamientos atractivos y escaparates cambiantes que ilustran novedad y promociones. Una vez dentro de la tienda, la responsabilidad es del producto, ya que todo está estudiado para que la intervención de la vendedora no sea estrictamente necesario.
Muchas marcas de éxito han encontrado en el diseño que relaciona moda y precio, una forma de vender mas, con construcciones fáciles y patrones reutilizados y simplificando al máximo sus costes, con el fin de conseguir un producto, donde los aportes técnicos innovadores, funcionales y de durabilidad de producto han perdido peso.
Disponer de tallas y copas para todas las necesidades, es un “lujo” que no quieren abordar, porque les encarece el producto y porque la venta por impulso es sinónimo de venta sin demasiadas preguntas y con stocks limitados a tallas de la 85 a la 100 y a la copa B y alguna copa C.
Algunas marcas conocidas han querido seguir por este camino, justificándose en las dificultades para la venta de productos mas técnicos, que han llevado a asociar su marca con “productos antiguos” (no confundir con anticuados). Muchas mujeres de mediana edad, asocian algunas marcas con la que ya usaba su madre y esto es un “problema” que algunas marcas quieren esquivar.
Muchas otras en cambio, con productos de solvencia histórica, han encontrado en sus propios valores técnicos y funcionales el nicho de mercado donde hacerse fuertes. A pesar de que no es la forma mas fácil de vender, es donde tienen menos competencia y es donde pueden hacer valer su “expertise”.
A pesar de todo, comunicar sus valores funcionales, de estilo de fabricación, de calidades y durabilidades, de patrones con muchas tallas y copas, es percibido por la usuaria como slogans de venta y el “mensaje” no llega con la fuerza necesaria a la consumidora.
La labor pedagógica de divulgación de aquellos mensajes que recuerdan, que conjugar morfología, talla, volumen de pecho, estilo de vida y necesidad de uso, identifica sin duda el producto concreto que necesita la usuaria, es necesaria para que las marcas que además de diseñar productos atractivos y a la moda, conservan sus valores técnicos y funcionales se reivindiquen como las que pueden dar respuestas a estas necesidades.
En todo este engranaje de necesidades, entra todo el universo del sujetador: profesionales del diseño, la investigación, la fabricación, la marca, la salud, la tienda y la vendedora, con el fin de dar el servicio y la info rmación mas precisa a las usuarias.
Los estudios realizados por profesionales relacionados con Sayfit, han dejado claro que 7 de cada 10 mujeres no utilizan la talla correcta, que el 94% de las mujeres encuestadas desconocían su talla y su copa y que 5 de cada 10 consultas sobre dolores mamarios, están directamente relacionadas con el uso inadecuado del sujetador. Pero también ha identificado que un 25% de usuarias, lo que mas les preocupa es encontrar el sostén que necesitan.
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