lunes, 29 de abril de 2013

De compras con tiempo suficiente para hacerlo bien.


Estamos en un momento en el que es necesario atender de forma adecuada a una posible cliente.


No descubrimos nada, si contamos la gran dificultad que hay
en entablar cierta comunicación entre la usuaria y la Personal Shopper de la tienda, si no hay una predisposición por parte de ambas para que la atención sea  personalizada y que ambas sientan que su conversación tendrá como resultado la satisfacción por una compra sin remordimientos.


Siempre alerto sobre la capacitación de aquella persona que atiende en el punto de venta. Es muy importante que conozca el oficio y el producto, pero que además tenga una gran capacidad de atención a la consumidora.

Por otro lado, la persona que acude a la tienda, se ha de tomar esta acción como algo lo suficientemente serio para que no tener prisa, y mas aún si hablamos de sujetadores.

Esta es una prenda compleja, que tiene dos visiones a tener en cuenta: la estética y la funcional. 

Está claro que querer un sostén negro, invisible, con puntilla, estampado, del color de moda, con o sin tirantes,… es exigir una realidad estética. 

Pedirlo para levantar el pecho, para esconderlo, para mostrar escote, para practicar deporte, para lactancia, para comodidad,… es ya un concepto funcional.

Entre el uno y el otro, está conocer cuál es la talla y la copa que necesita, y saber reconocer entre los patronajes aquel sostén que irá perfecto a su morfología.

La persona que la atiende, ha de conocer qué busca, cómo lo busca y saber su talla, copa y forma de pecho, para encontrar el producto perfecto. Y ha de insistir en que se lo pruebe en el probador de la tienda.

Todo esto, necesita tiempo. Todas estas acciones que han de culminar en la satisfacción por una compra bien hecha, han de estar rodeados de una gran dosis de profesionalidad. 

Y si no tienen el producto que necesitan en su stock han de asegurarse con la marca, qué día tendrán este producto a disposición de la compradora.

Para todo ello insisto, la compradora ha de tomar su tiempo y la Personal Shopper ha de ayudarla para encontrar el producto que busca.

Me he permitido incluir en este post, la foto de unos vasos de café que sirven en una tienda de lencería, mientras la clienta se espera. Me parece brillante, al igual que disponer de una cinta métrica, tablas de tallas y copas y una tarjetita donde apuntar a la compradora cuál es su talla y su copa.

Todo para hacer posible un buen trabajo por parte de quien vende para conseguir la satisfacción de la compradora y convertirla en cliente.

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