Todos los profesionales del sector corsetero, estamos de acuerdo que las fórmulas que se han usado hasta hoy para trabajar los sentidos y orientar las emociones de la consumidora han perdido fuelle, y que es necesario encontrar nuevas maneras de enforcar la comunicación.
Cuando la única manera de conseguir aumentar o mantener el nivel de ventas es rebajar precios, es que estamos tocando fondo.
Es necesario analizar si nuestra comunicación sigue siendo acertada. O mejor dicho, la comunicación del Sector. Es evidente que una fotografía de una modelo de hechuras formidables luciendo un modelo de la marca, va a seguir despertando el interés por sentirse vestida del mismo modo.
Pero las consumidoras también son autocríticas, y las propias cadenas de retail les han recordado con sus exposiciones de producto que para ir guapa no has de tener tallas de sujetador por encima de la 95B. Ya se ha comprobado la gran cantidad de decepciones por parte de las usuarias que entran a una tienda a buscar una pieza con la que sentirse guapa, y que salen de la tienda con las manos vacías, no porque no les haya gustado lo que han visto, sino porque no tan solo no está la talla que necesitan, sino que incluso le indican que ni se fabrica.
Se han hecho spots publicitarios con mujeres que no son modelos y con las que la mayoría de consumidoras se sienten identificadas, tanto de cremas como de ropa interior, y han sido un rotundo éxito. No hay duda de por qué. Las usuarias se identifican con ellas.
Las marcas y las cadenas de retail, han de reinventarse también, porque en pocos años, quienes van a ir por delante, van a ser las tiendas tradicionales que ya se están planteando con mucha fuerza trabajar su especialización y convertirse en expertas en el consejo y la oferta de productos, y por lo tanto acercarse al máximo a las necesidades de su clienta.
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